En esta sección nos proponemos poner a disponibilidad documentos de una de las organizaciones parteras de PRT-ERP, el FRIP (Frente Revolucionario Indoamericanista Popular). Según indican las investigaciones el mayor de los hermanos Santucho de Santiago del Estero-Argentina, Francisco René Santucho, constantemente recorría el interior de varias provincias del norte, por las características idiomáticas y culturales de hace siglos en Santiago del Estero ( al igaul que en otras provincias como Salta, Chaco , Formosa posee ademas del catellano como idioma de la mayoría de la población, pueblos que tienen su idioma-en la actualidad se está formando maestros y maestras de grado bilingües-) se mantiene el Quechua; al encuentro de trabajadores muchos de ellos sólo sabían un idioma, de allí estos primeros escritos en quechua.
FRIP Nº 2. Noviembre de 1961.
Boletín Mensual del Frente Revolucionario Indoamericanista Popular
Llajtaicu ckarecka, mana cananta, lamcaylla llamcan, mana paypaj inatapas khas. Tarpuy cachun, caña cachun, quiquinllami tucuy: ckollcke imacka, sucunallapajmi, atuchajcunallapaj; paypajcka, mana aicapas. Chay tucuytacka, sujyachinataj cachun. Nami tucucunampaj alli.
Llajtaicu ckaricuna: nockaicuan cuscayachis, sujllayas sinchiyananchispas. Sujlla atun callpa sayacoj casajcu!
Traducción: el hombre de nuestro suelo, en indebida forma, trabaja y trabaja, sin que de ello nada vea para sí. Sea la siembra, el hacha o la caña, todo resulta igual: el dinero y los demás, es siempre para otros, para los poderosos solamente: nunca para él.
Propongámonos para que todo eso cambie. Ya es hora de que concluya. Hombres d nuestra tierra: uníos, incorporaos a nosotros, para que unificados nos fortifiquemos. Seamos una sola gran fuerza que haga frente y que resista!
FRIP Nº 3. Diciembre de 1961.
Boletín Mensual del Frente Revolucionario Indoamericanista Popular
Ckacka achca atejcunapa mana alli soncko caynincuna raycu, llajtacucuna huajchalla cancu.
Mana caymantacuna, tucuy amamanta paypachacuncu; chaypata huajchacunacka, huasincunata huijchus, rinancuna tian mayllamanpas llamcaj, mana yarckaymanta huañunayaspacka.
Llajtamasicuna: cuscayananchis tian, sujllayas, yanapanacus, chaynacunamanta ckeshpinanchispaj.
Traducción: por la mala fe que abrigan aquellos que pueden mucho, nuestros coterráneos son siempre pobres. Los que no son de aquí, los de afuera, se adueñan de todo: de ahí que la gente pobre, abandonando sus hogares, tenga que ir hacia cualquier parte a trabajar, para no morirse de hambre.
PAISANOS: DEBEMOS AGRUPARNOS, PARA QUE UNIFICADOS, AYUDÁNDONOS LOS UNOS A LOS OTROS, PODAMOS LIBERARNOS DE ELLO
El Proletariado Rural como Detonante de la Revolución Argentina
Editado por la Secretaría Ideológica del FRIP
Frente Revolucionario Indoamericanista Popular
TESIS POLÍTICAS DEL FRIP
Editado en el diario NORTE ARGENTINO-1964
INTRODUCCIÓN
Este folleto contiene el Documento Político aprobado por el Congreso del FRIP, reunido en Tucumán los días, 17, 18 y 19 de enero de 1964.
Dicho documento recoge la experiencia teórica y práctica del FRIP, es un resumen —en forma de tesis— que demarca la línea política y la estrategia del movimiento para su concreción como partido revolucionario.
Es de gran importancia señalar que estas tesis expresan racionalmente el punto de vista de los obreros del interior sobre problemas fundamentalmente de la revolución argentina. Han sido producto —como se dice más arriba— de la experiencia del FRIP, cuya práctica se ha desarrollado fundamentalmente en Santiago, Tucumán y Salta, es decir en el corazón del Noroeste.
Como bien señalaba el informe base a partir del cual se formularon, estas tesis son solo el primer paso que da el FRIP en su análisis de la revolución indoameriana. Ellas se enriquecerán, profundizarán, ampliarán, a medida que nuestro movimiento acreciente su fusión con la revolución, con sus protagonistas fundamentales: la clase obrera y el campesinado.
Norte Argentino, Junio de 1964.
TESIS I
La República Argentina es un país
semicolonial seudoindustrializado
Caracterizamos a la República Argentina como un país semicolonial, seudoindustrializado. No es como sostienen los teóricos burgueses, y también algunos de izquierda, que la Argentina se encuentre en un desarrollo capitalista “clásico”; es decir, no es que nuestro país haya llegado a través del desarrollo de sus fuerzas productivas al capitalismo y de lo que se trate ahora sea de desbrozar el camino de las supervivencias feudales para un más amplio desarrollo de ese capitalismo, esto es, que la burguesía argentina realice la inconclusa revolución democrático-burguesa. La industrialización, mejor dicho, la seudoindustrialización de la Argentina, es promovida por el imperialismo. No es el resultado de una nueva clase en ascenso, de una burguesía nacional con intereses en el mercado interno, vale decir, con intereses nacionales, sino que es el producto de nuevas formas de explotación de los países coloniales a que ha echado mano el imperialismo. Este, sin abandonar su rapiña financiera, explota económicamente a los países coloniales y semicoloniales, se introduce con industrias (la seudoindustrialización) en la estructura económica de estos países, pasa a ser un factor interno en su desarrollo. No se limita a explotarnos en el comercio internacional, a vendernos productos manufacturados, sino que ahora los produce en nuestros propios países, con la mano de obra barata, sin impuestos, sin competencia, en condiciones óptimas, extrayendo ganancias cada vez más fabulosas.
En el proceso de penetración el imperialismo entrelaza sus intereses con la gran burguesía nacional y con la oligarquía terrateniente; las convierte en sus socias menores. Se inserta en las viejas formas de producción sin transformar en profundidad la estructura económica. No desarrolla plenamente las industrias productoras de medios de producción (maquinaria pesada, etc.), que habrían de sostener el posterior crecimiento de los sectores industriales ligados a la producción de bienes de consumo, (que en nuestro país sobrepasa a la producción de bienes de producción) sino que deja intacto el poder económico de sus aliados —la gran burguesía industrial y rural y la oligarquía terrateniente—, dándose entonces, en la sociedad política, una coparticipación en el poder de las clases dominantes, pese a las fracciones circunstanciales, y al agudizamiento, en momentos de crisis, de las contradicciones interburguesas. El imperialismo, por otro lado, se favorece ante esta situación, porque sigue obteniendo altos rendimientos en sus inversiones, y porque al mantener las viejas formas de explotación agrarias —originadas por la división internacional del trabajo en la fase de predominancia del imperialismo mercantilista, exportador de manufactura— mantiene nuestros lazos de dependencia con el mercado internacional, todo lo cual indica que de ninguna manera la industrialización por sí sola juega un papel progresista en nuestros países. Todo lo contrario, la industrialización, la seudoindustrialización, refuerza nuestros lazos de dependencia, significa un aumento del grado de explotación de nuestro pueblo.
TESIS II
La burguesía nacional en su conjunto es incapaz de luchar por la liquidación de la dependencia de nuestra patria, por un desarrollo nacional independiente. Solo sectores minoritarios —la pequeña y mediana burguesía industrial— pueden jugar un papel de aliados circunstanciales del proletariado, pueden ser arrastrados circunstancialmente por el proletariado en la lucha antiimperialista.
Pero el imperialismo se limita a controlar las industrias más importantes. Estas requieren de la colaboración de un gran número de industrias subsidiarias pequeñas y medianas, las que quedan en manos de la burguesía nacional, con intereses opuestos a los del imperialismo, lo mismo que la burguesía comercial menor, interesada en la expansión del consumo nacional. De esta manera la seudoindustrialización provoca la existencia de tres sectores burgueses:
—LA GRAN BURGUESÍA, aliada incondicional del imperialismo, cuyas ganancias comparte como socio menor, la que constituye, por otra parte, el sector más importante y representativo de la burguesía nacional.
—LA BURGUESÍA COMERCIAL MEDIANA Y PEQUEÑA, no ligada al comercio internacional.
—LA BURGUESÍA DE LAS PEQUEÑAS Y MEDIANAS INDUSTRIAS.
Estos dos últimos sectores de la burguesía nacional son opuestos en sus intereses al imperialismo, y necesitan de la aplicación del mercado interno, del aumento del poder adquisitivo de todo el pueblo, constituyéndose entonces en aliados circunstanciales del proletariado, que pueden incorporarse circunstancialmente a su lucha. Pero su debilidad y el hecho de tender hacia su fusión, con el capital imperialista, los despoja de iniciativa propia, de capacidad revolucionaria a estos dos sectores. Solo se incorporarán circunstancialmente a la lucha antiimperialista que encabece el proletariado. En resumen, por sus vinculaciones económicas, la burguesía nacional está incapacitada —como lo demuestra la historia de los últimos 30 años— para imprimir a la nación un desarrollo capitalista independiente, para cumplir las tareas democráticas que están aun a la orden del día para el desarrollo nacional. Estas vinculaciones económicas unen los intereses de la burguesía industrial con los de la oligarquía terrateniente, vinculada tradicionalmente a los monopolios de la carne, cereales y otros productos primarios, y a los consorcios financieros imperialistas, lo que la ata completamente para realizar la reforma agraria y liberar al país de la dependencia exterior, tareas básicas sin las cuales no es posible el desarrollo económico.
TESIS III
La seudoindustrialización acentúa los desniveles regionales, y aumenta la superexplotación de los obreros de las zonas coloniales más atrasadas.
El imperialismo, al introducirse como factor estructural en el desarrollo de la economía Argentina promoviendo la seudoindustrialización, ha acentuado los desniveles regionales, al desarrollar unilateralmente la zona portuaria en detrimento del interior. En este sentido, al centrar el establecimiento de “islotes industriales” principalmente en Buenos Aires y el Litoral, provoca un crecimiento desmesurado de esa región en relación con otras zonas interiores. Y a la vez que acrecienta el proletariado industrial, establece en la región las formas más avanzadas posibilitando la existencia de sectores obreros privilegiados. Sin embargo, el imperialismo mantiene la explotación colonial en las industrias primarias. Es por ello que la explotación de la clase obrera cobra características de superexplotación de las masas trabajadores más atrasadas y ocupadas en actividades primarias. Tal es el caso de los obreros azucareros, mineros, forestales, peones agrarios, etc.
TESIS IV
La burocracia sindical centralizada en Buenos Aires es el principal obstáculo para el desarrollo del proletariado, y debe enfrentársela sobre la base del movimiento obrero del interior.
Para defender sus intereses profesionales, los obreros se organizan sindicalmente. El sindicato es entonces un aparato administrativo, que el proletariado debe desarrollar para su lucha económica, por sus reivindicaciones gremiales. Y como todo aparato administrativo es propenso a la burocratización, a un desarrollo exagerado que lo aleja de los intereses de las masas, creando sus propios intereses.
La presencia de sectores privilegiados en el seno de la clase trabajadora, centralizados en los grandes centros industriales, proporciona una base social inmejorable, son el caldo de cultivo para la burocratización, para la consolidación de un poderoso aparato burocrático.
La inexistencia de un partido revolucionario capaz de someter la lucha económica a una lucha política revolucionaria, capaz de llevar al proletariado a superar las limitaciones de las reivindicaciones puramente económicas, también ha favorecido el fortalecimiento de la burocracia. Estos son los factores que han permitido la formación de la poderosa burocracia que hace de dique de contención al proletariado y que este debe liquidar en su ascenso revolucionario. Así, la burocracia centralizada en Buenos Aires, controlando al conjunto del Movimiento Obrero a través del aparato cegetista, cumple su nefasto papel de desviar, de contener al proletariado, y como tal, debe ser combatida sin descanso por el Partido de la Revolución, dirección política de la clase obrera.
En la zona colonial, en cambio, por la superexplotación del proletariado rural, las direcciones sindicales representan las reales aspiraciones de las masas (tal es el caso de F.O.T.I.A.) o en el caso de haber degenerado en burocracia, se mantienen precariamente (caso FOSIF por ejemplo). Por otra parte, el grado de agremiación es todavía bajo, lo que posibilita que el Partido Revolucionario pueda dirigir y controlar un proceso de sindicalización. De manera que los militantes del FRIP pueden y deben trabajar en el terreno sindical, sobre el proletariado de la zona colonial, sin descuidar la tarea entre los obreros urbanos, sindicalizando, estructurando el movimiento obrero en intersindicales y regionales en permanente lucha contra la burocracia, con miras a arrancar de sus manos la dirección efectiva del Movimiento.
TESIS V
En la República Argentina, el eslabón más débil de la cadena es el Norte Argentino.
La existencia en el país de zonas económicas netamente diferenciadas, origina distintas relaciones de producción. Se pueden distinguir en forma global dos zonas:
1. —una zona avanzada, con gran crecimiento industrial, y gran desarrollo capitalista en el campo.
2. —una zona colonial, subdesarrollada, con formas atrasadas de producción y asiento del sector industrial de actividad primaria. Tal es el caso del Norte, Cuyo y la Mesopotamia.
Estos desniveles regionales plantean a la vanguardia problemas tácticos, programáticos y formas de trabajo político que deben medirse cuidadosamente para el posterior planteo de la táctica insurreccional.
La existencia de estas zonas diferenciadas genera distintos sectores y permite delimitar el sector de la clase obrera que se encuentra afectada en la zona colonial, soportando de manera más aguda las contradicciones del sistema capitalista. En el norte, existe un numeroso proletariado rural afectado en sus relaciones con la oligarquía azucarera (sin tradición de burguesía aunque emplee las formas racionales de explotación capitalista), con el imperialismo que controla el paquete accionario de muchos ingenios, perteneciéndole totalmente algunos, con la burguesía forestal que aún continúa utilizando en el seno del obrajes las antiguas formas de pagos con vales, giros, etc. Este proletariado rural es allí sometido a una cruel explotación.
Es en el Noroeste donde al no darse un acentuado desarrollo capitalista no se ha originado el crecimiento de las capas medias, y donde la diferenciación social, la existencia de ostensibles desniveles de ingreso, es más evidente. Es en el Noroeste donde el aparato de represión del Estado burgués es más débil, no habiendo desarrollado las clases dominantes las vías institucionales para incorporar a los sectores explotados dentro de los marcos del sistema, mejorando en algo sus condiciones de vida, amortiguando la lucha de clases. Es el Noroeste el lugar donde el peso contrarrevolucionario de la burocracia sindical es menor, a diferencia, de lo que ocurre en los grandes centros urbanos.
Estas características establecen:
1—existen condiciones objetables de superexplotación del proletariado rural.
2—las posibilidades de desarrollo del FRIP entre el proletariado rural son óptimas.
La permanencia de estas condiciones y la imposibilidad de la burguesía de suprimirla, provocando un ensanchamiento temporario de los marcos del sistema capitalista, incorporando en ese proceso, en otros modos de integración social al proletariado rural, determina que el Noroeste sea el eslabón más débil de la cadena, el nudo que habrá de romper el FRIP, poniendo a las masas en combate, haciendo funcionar el motor humano de la revolución.
TESIS VI
El proletariado rural, con su vanguardia el proletariado azucarero, es el detonante de la Revolución Argentina.
El proletariado del Noroeste está constituido en su inmensa mayoría por el proletariado rural, el proletariado ocupado en actividades primarias, localizado en las zonas rurales, en el azúcar, la explotación forestal, las minas, el algodón, etc. Este proletariado alcanza a 400.000 trabajadores, y cuenta con el proletariado azucarero nucleado en FOTIA como vanguardia natural. También esta la FOSIF, que nuclea al proletariado forestal de Sgo. Del Estero, numerosos sindicatos mineros, peones agrarios (FATRE), petroleros, etc.
La tradición de lucha del proletariado rural encuentra su expresión en el proletariado rural tucumano. Con un alto grado de politización, de conciencia de clase, los trabajadores azucareros han señalado en reiteradas oportunidades el camino de la lucha al resto de la clase obrera argentina. Han llevado a su más alto nivel de combatividad el método más avanzado de combate espontáneo alcanzado por la clase obrera argentina: la ocupación de fábricas. En la última huelga por mejoras salariales, el gobierno provincial debió recurrir a la Gendarmería Nacional por resultarle insuficiente la policía para detener la movilización azucarera. La FOTIA agremia a 90.000 obreros con sus familias. El proletariado azucarero cuenta además con otra poderosa arma: la concentración. Tucumán es la provincia con mayor cantidad de habitantes por Km. Cuadrado.
El resto del proletariado rural del Noroeste argentino tiene la característica común de que el grado de explotación a que se ve sometido lo obliga a buscar permanentemente una salida, una modificación sustancial. No puede aguantar por más tiempo. Pero a diferencia del proletariado rural azucarero, no se encuentra ni tan concentrado, ni tan politizado. Por contrario, ha sido abandonado por toda la izquierda cuya prédica nunca se hizo escuchar. Y está listo para despertar, esperando quien lo dirija para ponerse en movimiento.
La lucha del proletariado azucarero encabezado por FOTIA, confirma la tesis de los desniveles regionales, de la existencia de una zona colonial-capitalista, en donde se agudizan críticamente las contradicciones no resueltas en el desarrollo capitalista por la burguesía. Y es de señalar que esta lucha quedó reducida a los límites del sistema capitalista por la ausencia de una vanguardia esclarecida que indique desde fuera de FOTIA una estrategia revolucionaria llevando a la clase obrera a una abierta lucha contra el régimen.
TESIS VII
En toda indoamérica, el proletariado rural es el sector más explosivo de la clase obrera por su carácter de enemigo irreconciliable del imperialismo y por la superexplotación a que se ve sometido.
Las características enunciadas del proletariado rural, así como la importancia del problema regional, no son exclusivas de Argentina sino que son una característica general en toda Indoamérica. En la mayoría de los países latinoamericanos, el sector más combativo de la clase obrera es el proletariado rural pues sobre él cae el mayor peso de toda la explotación (mineros, cafetaleros, bananeros, azucareros, etc.)
TESIS VIII
El papel del proletariado urbano en el proceso de la revolución argentina no se desmerece por el carácter de detonante, iniciador de la revolución que posee el proletariado rural.
La afirmación que antecede, que señala al proletariado rural como detonante de la revolución, no significa de manera alguna que se desmerezca, que se subestime el rol del proletariado urbano en la revolución. La clase obrera forma un conjunto, es una totalidad, y como tal es la clase más revolucionaria de la sociedad, la que representa el futuro, la que dirigirá a todo el pueblo en la liquidación del capitalismo y la instauración del socialismo. Sobre todo, en la construcción del socialismo los obreros urbanos tendrán una importancia primordial, por su preparación, por su número, pero en el proceso revolucionario, en su faz inicial, el destacamento de vanguardia de la clase obrera será el rural.
TESIS IX
El proletariado rural incorporará fácilmente al campesinado a la lucha por la liberación nacional y social.
Por los profundos lazos que unen al proletariado rural con el campesinado, el mismo se encuentra en inmejorables condiciones para sellar la alianza obrero campesina, arrastrándolo junto a él. Los obreros rurales y locales; son hijos, hermanos, vecinos. Ese hecho facilita enormemente su influencia sobre el campesinado. Este es otro rasgo que otorga al proletariado rural el papel de mayor importancia en el proceso revolucionario. Los campesinos, explotados en el mercado, tienen intereses contrapuestos con la burguesía, la oligarquía y el imperialismo. Están por ello dispuestos a luchar contra ellos; más por su carácter de clase proletaria, es incapaz de llevar adelante una lucha consecuente, y por su heterogeneidad, por su dispersión geográfica, no está en condiciones de constituir por sí sola una fuerza capaz de combatir abiertamente contra el régimen. Es así que el papel del campesinado en la Revolución Argentina es el de compañero, aliado, apoyo del proletariado. Sin embargo, es necesario ganarlo por esa alianza y el proletariado rural está en inmejorables condiciones para conseguirlo.
Debemos señalar que en lo que respecta al resto de Indoamérica, tal como lo señala la experiencia peruana, mexicana, cubana, el campesinado disputa el liderazgo de la revolución al proletariado, e incluso ha resultado campo propicio (tal como lo enseña la revolución cubana y la formación del FIR en Perú) para el desarrollo de una vanguardia revolucionaria).
TESIS X
El FRIP como vanguardia en construcción de la revolución argentina, debe dirigir su trabajo de desarrollo sobre la base social de los trabajadores rurales, especialmente sobre la FOTIA y la FOSIF, sin descuidar el trabajo sobre otros sectores, en especial el proletariado urbano.
Entonces el FRIP debe organizarse como el Estado Mayor de la Revolución Argentina, sobre la base primordial del proletariado rural, especialmente sobre el proletariado azucarero; debe dirigir sus esfuerzos a consolidarse organizativamente entre el proletariado rural, ponerse a su cabeza, y señalarle el camino de la lucha, el camino de la toma del poder. Solo un partido revolucionario, estructurado sobre esa base social, con una férrea organización, dirección centralizada, completa independencia ideológica y organizativa, estará en condiciones de llevar el pueblo a la victoria, liquidar al imperialismo, al capitalismo, la explotación del hombre por el hombre y abrir a la Argentina, a Indoamérica, el brillante futuro de una sociedad socialista. Y ese partido será el FRIP, que construiremos con nuestras propias manos, con nuestra actividad incansable de revolucionarios.
domingo, 1 de junio de 2008
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